La Realidad Europea detrás de la Guerra
La Realidad Europea detrás de la Guerra
Por Paolo Falconio
Miembro del Consejo Rector de Honor y lecturer en la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI)
Sobre la postura europea, extremadamente belicista, se han hecho muchas especulaciones. Algunas de ellas las considero correctas, pero no explican la razón de dicha postura. Ante nuestra actual incapacidad de constituir siquiera una amenaza para Rusia, y la realidad de una Rusia que (salvo conflicto nuclear) no tiene ni la intención ni la capacidad de invadir Europa, muchos se preguntan por qué existe la narrativa de los rusos en Lisboa, la postura rusófoba, y demás. Añadamos las visiones economicistas que difieren profundamente de las geopolíticas.
Premisa: la clave para entender la razón está en que la geopolítica concierne a la supervivencia de las entidades estatales, mientras que la economía concierne a su riqueza. Volverse pobre es terrible, pero si no sobrevives, ni siquiera puedes tener una economía.
La postura europea, tanto a nivel de la Unión como de los Estados individuales, respecto a Ucrania está estrechamente ligada a la supervivencia de la OTAN. Es un discurso complejo que intento resumir. La guerra en Ucrania ha supuesto una notable inversión por parte de la OTAN, y una derrota debilitaría el poder disuasorio de la Alianza Atlántica en términos de imagen y fiabilidad. Ya hay señales en ese sentido. La presidencia de Trump no ayuda. El punto es que Europa quiere la OTAN, es decir, a EE.UU. La OTAN es el ente pacificador del continente europeo precisamente porque garantiza la seguridad, traducido: la supervivencia. Si la OTAN colapsara, también lo haría la UE. Si ese escenario se hiciera realidad, resurgirían viejas desconfianzas y rencores que nunca han desaparecido. Piensen en Francia o Polonia frente a una Alemania rearmada sin el marco de la OTAN. El verdadero riesgo no es la invasión rusa, sino la historia de Europa, que se asemeja a una disputa nunca extinguida. En términos más explícitos, tendríamos una Europa de Estados que compiten por su supervivencia, en lugar de por la riqueza. La posibilidad de conflictos intraeuropeos sería mucho más alta que una invasión rusa.
Europa está dispuesta a hacer todo lo que Washington desee, siempre que EE.UU. continúe garantizando la seguridad. La existencia de la OTAN es un factor existencial para la supervivencia de la UE, que no resistiría las presiones de los Estados.
En este escenario, Rusia libra una guerra que considera existencial, pero al mismo tiempo vislumbra la posibilidad de desmantelar las dos mayores estructuras supranacionales exitosas jamás creadas: la OTAN y la UE. En ese escenario, los bálticos tendrían serios problemas y nosotros deberíamos temer de nosotros mismos. En ese momento descubriríamos que la seguridad significa supervivencia, sin la cual no existe economía.
No es un escenario inevitable, pero pensar que no existe un riesgo para la OTAN ante un colapso ucraniano, después de toda la narrativa y el compromiso invertido, sería ingenuo. Luego, cada uno es libre de desear lo que quiera.
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