El paso en falso de la reunión de Quantico: análisis geopolítico e implicaciones institucionales
El paso en falso de la reunión de Quantico: análisis geopolítico e implicaciones institucionales
Por Paolo Falconio
Miembro del Consejo Rector de Honor y profesor en la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI
Resumen
El episodio de la reunión en Quantico, durante la cual el presidente Donald Trump se dirigió a los altos mandos militares estadounidenses, constituye un caso emblemático de cómo la comunicación política, cuando adquiere una dimensión espectacular, puede interferir en el equilibrio entre el poder civil y el poder militar. Este artículo analiza el evento a la luz de las dinámicas geopolíticas internas de Estados Unidos, la simbología institucional de las fuerzas armadas y la relación entre liderazgo político y estructura jerárquica militar.
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En el sistema político estadounidense, la relación entre autoridad civil y mando militar representa uno de los pilares de la estabilidad institucional y de la legitimidad democrática (Huntington, 1957). El episodio de Quantico, descrito como un momento de “espectacularización del poder”, plantea interrogantes significativos sobre la gestión del lenguaje político y el respeto a las funciones constitucionales de las fuerzas armadas.
En este sentido, la decisión del presidente Trump de dirigirse directamente a una audiencia compuesta por altos oficiales —en concreto, generales y almirantes— con tonos más performativos que estratégicos, puede interpretarse como un error comunicativo, pero también como síntoma de la transformación del liderazgo político en la era mediática (Debord, 1967; Nye, 2004). La política contemporánea estadounidense se caracteriza por una creciente mediatización del discurso público (Castells, 2009), en la que la construcción de la imagen y la gestión del consenso prevalecen sobre la sustancia del mensaje institucional. La reunión de Quantico puede leerse como un estudio de caso en el que el lenguaje institucional es sustituido por un lenguaje performativo y simbólico, destinado a reforzar la percepción del líder como figura dominante, más que como coordinador del sistema político-militar. En el fondo, el evento refleja lo que Guy Debord (1967) define como “la sociedad del espectáculo”, donde la representación del poder adquiere un valor autónomo respecto a su ejercicio efectivo.
Otro aspecto crítico es la declaración presidencial sobre la necesidad de “alcanzar un nuevo nivel de eficiencia” por parte de las fuerzas armadas estadounidenses. Aunque aparentemente motivacional y realista, esta afirmación implica una crítica directa al estado operativo actual. Según la teoría de la percepción de poder en las relaciones internacionales (Morgenthau, 1948; Waltz, 1979), la credibilidad de una potencia hegemónica depende también de la coherencia entre su fuerza real y la percibida. En este sentido, la autocrítica pública del presidente corre el riesgo de comprometer la imagen de solidez de las fuerzas armadas, abriendo espacios de ventaja comunicativa para actores rivales como Rusia y China. Como subraya Nye (2011), en la competencia global contemporánea, la imagen y la narrativa son formas de “soft power” tan cruciales como la fuerza militar convencional.
Otro punto delicado es la identificación del “enemigo interno”, que representa una deriva conceptual y política relevante. La hipótesis de emplear las fuerzas armadas en ciudades estadounidenses, como Chicago, entra en conflicto con el Posse Comitatus Act de 1878, que limita severamente el uso del ejército para tareas de policía interna (U.S. Code, 18 U.S.C. §1385). En el plano geopolítico e institucional, esta perspectiva señala un posible deslizamiento hacia la militarización del espacio civil, fenómeno que diversos estudiosos (Agamben, 2003; Chomsky, 2004) han identificado como síntoma de fragilidad democrática en momentos de crisis.
La distinción entre seguridad interna y externa —elemento fundacional del modelo liberal estadounidense— corre el riesgo de erosionarse, comprometiendo la legitimidad del poder civil y alimentando tensiones sociales.
Desde el punto de vista organizativo, la reunión de Quantico introdujo una forma de ambigüedad jerárquica: la presencia conjunta de generales con rangos muy diferentes (de una a cuatro estrellas) anuló simbólicamente la cadena de mando. Como sostiene Clausewitz (1832/1984), la disciplina y la claridad del mando son elementos esenciales de la fuerza militar. Alterar esta dinámica, incluso en términos simbólicos, equivale a debilitar la estructura portante del poder armado. Además, en el contexto estadounidense, las fuerzas armadas no representan solo un aparato técnico, sino también un pilar identitario y moral del país (Janowitz, 1960). Por tanto, cualquier percepción de desorden o politización interna puede producir efectos a largo plazo sobre la cohesión nacional.
En conclusión, la reunión de Quantico constituye un caso emblemático de la tensión entre lógica mediática y lógica estratégica. Si el objetivo presidencial era reafirmar la centralidad del mando civil, el efecto producido fue el opuesto: la creación de una fractura simbólica y operativa dentro del aparato militar.
Desde una perspectiva geopolítica, el episodio pone de relieve los riesgos asociados a la personalización y espectacularización del poder, fenómenos que pueden erosionar los fundamentos institucionales de la democracia. Como observa Joseph Nye (2021), la credibilidad de una gran potencia no depende solo de su capacidad militar, sino también de la calidad de sus instituciones y de la coherencia entre los valores proclamados y las prácticas de gobierno. En este sentido, el “paso en falso” de Quantico aparece no solo como un error táctico de comunicación, sino como una señal estructural de una crisis más profunda del lenguaje político en la era de la espectacularización global.
Bibliografia
Agamben, G. (2003). Stato di eccezione. Torino: Bollati Boringhieri.
Castells, M. (2009). Communication Power. Oxford: Oxford University Press.
Chomsky, N. (2004). Hegemony or Survival: America’s Quest for Global Dominance. New York: Metropolitan Books.
Clausewitz, C. von. (1984). On War (M. Howard & P. Paret, Eds.). Princeton: Princeton University Press. (Opera originale pubblicata nel 1832).
Debord, G. (1967). La société du spectacle. Paris: Buchet-Chastel.
Huntington, S. P. (1957). The Soldier and the State: The Theory and Politics of Civil–Military Relations. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Janowitz, M. (1960). The Professional Soldier: A Social and Political Portrait. New York: Free Press.
Morgenthau, H. J. (1948). Politics Among Nations: The Struggle for Power and Peace. New York: Knopf.
Nye, J. S. (2004). Soft Power: The Means to Success in World Politics. New York: PublicAffairs.
Nye, J. S. (2011). The Future of Power. New York: PublicAffairs.
Nye, J. S. (2021). Do Morals Matter? Presidents and Foreign Policy from FDR to Trump. Oxford: Oxford University Press.
U.S. Code, 18 U.S.C. §1385. Posse Comitatus Act (1878).
Waltz, K. N. (1979). Theory of International Politics. Reading, MA: Addison-Wesley.
Paolo Falconio
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