Trump entre objetivos y Día de la Liberación en Quantico

Trump entre objetivos y Día de la Liberación en Quantico  

Por Paolo Falconio

El principal objetivo que Trump podrá reivindicar es la lucha contra la inmigración clandestina. Datos del Departamento de Seguridad Nacional indican que, de 11.500.000 inmigrantes ilegales, 2.500.000 han sido expulsados. 500.000 mediante métodos poco ortodoxos que ya hemos visto, y que sin embargo han llevado a otros 1.600.000 a autodenunciarse para no sufrir el mismo trato. Otros 400.000 fueron expulsados por medios tradicionales. Además, el Departamento informa que la inmigración ilegal ha disminuido en los últimos meses en un 97%.

Los aranceles y tributos comienzan a surtir efecto. Aparte del casi billón y medio prometido por Europa en armas y combustible, Corea del Sur deberá asumir una inversión de 350 mil millones para reconstruir su industria naval. Japón tendrá que desembolsar 550 mil millones a ciegas, es decir, será la administración estadounidense quien decida dónde invertirlos. El acuerdo, en teoría, protege a Japón en su principal sector exportador, pero inquieta a los nipones, ya que introduce el tema de la soberanía negociada.

Obviamente, estas medidas también nos afectan: desde agosto, las exportaciones italianas a EE. UU. registran un -21%, en parte debido a la devaluación programada del dólar. Recuerden que los aranceles afectan al exportador en un 20%, mientras que un tipo de cambio desfavorable tiene un impacto del 100%. En resumen, un Trump cada vez más centrado en el frente interno.

La confirmación llega también desde Quantico. De los 72 minutos de discurso, apenas 5 se dedicaron a China y Rusia; también aquí se evidencia la torsión interna de Estados Unidos. Quien escribe ya había anticipado que la inusual reunión con todos los altos mandos militares estadounidenses podría interpretarse como preludio de algunos avisos de despido, y de hecho Trump señaló que hay demasiados oficiales superiores. Que quede claro: esto no es una señal de retirada del mundo. Es un problema que afecta a muchos ejércitos. Sus reflexiones fueron más allá, y hay que decir que estaban bien enfocadas. Mayor disciplina, fin de los melenudos en las fuerzas armadas, basta de promociones basadas en sexo o raza, y lo más importante: elevar los estándares mínimos de reclutamiento, ya que actualmente se admiten personas diabéticas, con sobrepeso o antecedentes penales.

Sin embargo, lo que más revuelo causó fue su petición a esa audiencia de recuperar ese Ethos guerrero, pero no para patrullar las costas somalíes, sino contra los enemigos internos escondidos en las ciudades. En esencia, quiere usar el ejército no solo para funciones de orden público, sino para el control territorial. Más allá de los límites legales que existen en EE. UU. para tal uso, la tasa de homicidios en el país es similar a la de una guerra de alta intensidad, con zonas vedadas para la policía, por lo que tendría sentido. Pero curiosamente, en el calendario de ciudades a patrullar aparece Chicago (gobernada por demócratas), y Chicago no está entre las tres más violentas. En la lista de futuros despliegues, la prioridad la tienen estados y ciudades gobernados por demócratas, salvo novedades. Surge la duda de si también se busca anticipar impulsos centrífugos anti-federales o, al menos, garantizar la aplicación de la ley federal en los estados más reacios. Este uso de las fuerzas armadas podría dar buenos resultados si se emplea con inteligencia, pero también podría ser la chispa de revueltas sangrientas. Tener las propias ciudades en llamas sería algo que conviene evitar.

En fin, cruzando los dedos, el presidente Trump parece bien encaminado a realizar su lema “Make America Great Again”; la duda es qué tipo de América emergerá de esta transformación, que no es solo política y económica, sino sobre todo identitaria.

En el plano internacional, las cosas no van tan bien. Aparte de un soft power en caída libre, el acuerdo de paz para Gaza es loable, pero con muchas zonas grises por aclarar. A Irán se le pide una confianza que ya fue traicionada una vez. Los Estados del Golfo observan con interés las armas rusas. India se acerca a China, y en cuanto a Rusia, sigue siendo una amenaza con la que hacer negocios.